Me ha costado decidirme a hacer este delicioso pan; pues la incertidumbre del resultado me echaba para atrás y muy alegremente he de deciros que es un pan sabrosísimo y para mi asombro la mar de jugoso.
Igual que en el post de Pan Esenio de Sarraceno , os vuelvo a decir que no esperéis nada parecido al pan tradicional, ni en sabor, ni en textura, pues es un pan muy distinto debido a que no contiene gluten, está elaborado con un pseudocereal (quinoa) y además no necesita fermentación.
Libre de azúcar, grasas no saludables y cargado de proteínas y omega 3 gracias a su contenido también en semillas de Chía, si os gustan los nuevos sabores os recomiendo mucho este “Panaco”
INGREDIENTES:
- 2 tazas rasas de quinoa
- 1/2 taza de semillas de chía
- 1/4 taza AOVE
- Una taza y un poco más de agua ( la mitad para remojar las semillas de chía y la otra mitad y un poco más para triturarlas junto con la quinoa)
- Media cucharadita de bicarbonato
- El zumo de medio limón o la misma cantidad de vinagre de manzana
- Media cucharadita de sal marina
- Semillas de calabaza activadas
ELABORACIÓN:
- Lavamos muy bien la quinoa en un colador
- Remojamos durante toda la noche o 12 horas
- En un recipiente a parte remojamos la chía con media taza de agua el mismo tiempo que la quinoa
- Pasado el tiempo, escurrimos y volvemos a lavar la quinoa
- Vertemos la chía con el agua de su remojo, media taza de agua y un poco mas en la procesadora junto con la quinoa y el resto de ingredientes.
- Trituramos hasta formar una masa homogénea sin ser necesario triturar por completo los granos
- Vertemos en un molde forrado con papel o engrasado con AOVE para que no se pegue.
- Horno precalenado 180ºC; lo tendremos durante 1’5h. aprox a media altura calor arriba y abajo.
Nota: (id comprobando la masa antes del tiempo establecido, pues dependiendo del horno puede que esté lista antes o no.)
Podéis elegir las semillas que queráis para ponerle encima antes de hornear.
Bon Appetit!!!